Por un lado, el base puro de la NBA está considerado como aquel cuya misión principal es dar asistencias, repartir y hacer el juego más fácil a sus compañeros. No suelen ser jugadores muy físicos, pero sí bastante inteligentes, y con gran capacidad para leer un partido, y acumulan pases de canasta con gran faciliad (suelen promediar más de 10).Los mejores ejemplos son, históricamente, Magic Johnson (el mejor de la historia) y John Stockton, o algunos actuales como Rajon Rondo, Kyrie Irving, Chris Paul o el canadiense Steve Nash.
Por otro, nos encontramos con jugadores más explosivos que ejercen de unión entre lo que sería un base o un escolta. Para ellos, anotar es tan importante como asistir. Suelen ser jugadores más físicos y rápidos que los del grupo anterior, pero con peor lectura de juego. Derrick Rose, Allen Iverson o Gilbert Arenas son claros prototipos de este estilo de jugador, que es más propenso a meter 40 puntos que a repartir 10 asistencias.
También, se pueden meter dentro del grupo de grandes bases a determinados jugadores que desempeñan su labor en otras posiciones pero que, en ocasiones, son asignados el papel de líder en pista. Aleros como el ya retirado Larry Bird o el actual MVP de la liga LeBron James combinan muchos centímetros con una gran visión de juego. Y aunque no sea su labor, ambos son jugadores que , debido a su extenso arsenal ofensivo, pueden aprovechar la defensas de dos contra uno para doblar el balón hacia fuera.
Por todo esto, la posición de base es la que, en la actualidad, ofrece una mayor variedad y competitividad en comparación con el resto. Así pues, sean de Paul o de Rose, los fans no tienen ningún derecho a quejarse por falta de diversión cuando encienden el televisor. Todo un lujo.
Fuente: Revista NBA Abril 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario